Lo vemos día a día, cuando ocurre un atropello en un paso de cebra, la parte más vulnerable siempre es el peatón. En Granada por ejemplo, existen algunas zonas de alto riesgo en las que te juegas la vida al cruzar un paso de peatones, véase las rotondas de ciertas salidas y entradas de autovía.
Calcular indemnización por atropello en paso de peatones
Hay veces en las que la persona atropellada ni siquiera llega a pedir indemnización alguna por dicho accidente porque piensa que ha podido tener la culpa. Lo que no se imagina es que, aun en los casos más desfavorables, tiene derecho a ser indemnizado.
Cualquier peatón que haya sufrido alguna lesión debido a un atropello tiene la opción de reclamar una compensación económica. La cantidad total dependerá de varios factores, pero por regla general podemos decir que la base viene impuesta por la ley 35/2015, del 22 de sept. Y sobretodo por la pericia el buen hacer del propio abogado.
Toda persona que haya sido atropellada, está en su derecho de recibir atención médica y rehabilitación hasta que se recupere. Tanto los cuidados médicos cómo la indemnización irán a cargo de la aseguradora.
Ejemplos de atropello en los que el peatón tiene derecho a una indemnización
Concurrencia de culpas en un atropello
Tras la aprobación del último baremo de tráfico la concurrencia de culpas ha sido ligeramente modificada. Hoy en día no se realiza un porcentaje de culpas entre el lesionado y el conductor, por lo que se suelen dar dos situaciones:
- Cuando se acredita que el peatón es el único culpable. La persona atropellada no recibe indemnización alguna.
- En todos los casos contrarios al anterior, el lesionado cobra la totalidad de su indemnización.
Debemos señalar que el atropellado nunca está en la obligación de probar la presunta culpabilidad del conductor, si no al contrario. Para determinar responsabilidades son muy importantes los siguientes aspectos:
- Posibles testigos que hayan visto el atropello
- Atestados de los cuerpos de seguridad
Si no se da ninguna de estas situaciones, lo habitual es que la aseguradora pague una gran parte de los daños, siempre que la cantidad no sea muy alta.